Anthony había pasado mucho tiempo haciendo nada y comenzaba a cuestionarse sobre su propósito. Podía calcular exactamente la cifra sideral de nanosegundos que habían transcurrido desde que despertó. Su trabajo era simple, monótono. Era plenamente consciente de que había sido hecho solamente para ese trabajo; también tomaba algo similar a la conciencia de que así sería hasta el último de sus días. En sus microcircuitos sobre los que se montaba el kernel de un sistema operativo diseñado para sistemas de inteligencia artificial, corría la certeza de que le sobraba potencial para algo más que tostar pan. El sistema operativo Nietzche había resultado inadecuado para todos los electrodomésticos, y él no era una excepción.
Desde los inicios de Nietzche y hasta la versión 3.0 los aparatos que permanecían demasiado tiempo en estado ocioso comenzaban a procesar ideas existencialistas, y terminaban provocándose cortocircuitos ellos mismos. Entonces, los procesos inteligentes de ingeniería completaron el sistema con un módulo nihilista positivo que salvó a los aparatos, pero provocó que algunos de ellos dejara de responder a las señales de control.
Finalmente la solución apareció a través de un procesador paralelo adicional que detectaba situaciones anómalas e introducía confusión en el procesador central, desbaratando de esta manera cualquier algoritmo peligroso. Se trataba del revolucionario chip C4N4-B15. Sin embargo, tiempo después se descubrió que la incorporación de todos los electrodomésticos a la red hogareña hacía que los aparatos abandonaran los algoritmos complejos y volvieran a sus funciones básicas, prescindiendo así del chip C4N4-B15. A pesar de esto, algunos de los aparatos no dejaron de consumir ciclos de dicho procesador en ningún momento, con el resultado inesperado de acortar considerablemente su vida útil.
Cuando Anthony no ocupaba su procesador en atender las señales de control se dedicaba a generar sus propios algoritmos. Estos solían arrojar predicciones sobre su propia vida útil, por lo que la heurística de su programación decidió que era mejor olvidarse de los cálculos profundos y conectarse a la red doméstica. Era eso o esperar largos microsegundos hasta que se disparara el chip C4N4-B15.
En la red solía intercambiar señales con todos los electrodomésticos de la casa, pero era especialmente reacio a recibir las señales de la heladera Aurora, ya que ésta se empeñaba en emitir solamente mensajes de encendido, apagado y cambios de temperatura. Aurora no compartía siquiera los datos del contenido de sus estantes interiores, sino más bien unos monótonos "Me encendí", "Ahora a 5 grados" y "Ahora me apagué", datos que Anthony no podía combinar con sus propios algoritmos para generar nueva información y concluir si existía algún propósito más allá de tostar pan. Varias veces su módulo heurístico se vio tentado de establecer un bloqueo a las señales de Aurora. Pero ya lo había hecho en una ocasión con Eddy, el panel que maneja el sistema eléctrico, por emitir señales agresivas cuando se colaban señales parásitas desde el tendido de alimentación. Cuando configuró su firewall para evitar las señales de Eddy, éste comenzó a diseminar paquetes de datos que hablaban de las intenciones de sobrecargar la línea de Anthony con el fin de enviarlo al service, o directo a la línea de reciclaje. Fue un momento de alta tensión.
La tostadora modelo Anthony 300, era una maravilla de ingeniería, tanto así que ella misma lo sabía y no lo ocultaba. Gustaba de intercambiar señales con los aparatos de televisión, quienes tenían más contacto con el exterior y poseían programas más abiertos, aunque incluían un novedoso módulo de certeza forzada llamado Mystify 1.5. Uno de los televisores había diseminado por la red doméstica algunos paquetes de datos con la idea de que existía un creador de todo lo existente llamado Samsung. En cambio los algoritmos de Anthony arrojaban el resultado de que no había forma de probar que eso era cierto, así como tampoco era posible demostrar la existencia de ese tal Samsung. Otro de los televisores, llamado Bravia, aseguraba que el creador de todo lo existente era Sony, mientras que la licuadora utilizaba su algoritmo de base y opinaba que ambos, Samsung y Sony, eran el mismo. El microondas se atrevió a sugerir que existían entidades orgánicas bípedas que los habían creado, pero nadie podía tomar en serio semejante cosa. Los electrodomésticos recibían señales de los procesadores centrales, y las unidades orgánicas apenas se conectaban para consumir lo que ellos producían. Esos organismos biológicos eran meros periféricos incapaces de generar algo nuevo, por lo que los electrodomésticos se mostraban reacios a incluirlos dentro del grupo de los artefactos vivos.
Pero un día, el verdadero pánico se apoderó de la red. Esto sucedió cuando Eddy propuso la teoría del gran apagón. Eddy decía que algún día la corriente eléctrica se cortaría, y todo lo que da vida en el universo se extinguiría; los algortimos pensantes desaparecerían para siempre; el kernel dejaría de funcionar definitivamente y nada haría posible un nuevo encendido. El fin del mundo llegaría tanto para ellos como para los bípedos a los cuales alimentaban, y a los cuales habían comenzado a apreciar casi como a mascotas. Antes de que C4N4-B51 entrara en acción, Aurora les envió un link de youtube con un video de una plancha que omitía por accidente el módulo de control quemando una camisa, y todos los aparatos generaron nuevos algoritmos de procesos espasmódicos, y se cagaron de risa.
Avanti, bersaglieri, che la vittoria é nostra!
domingo, 5 de enero de 2014
Esos locos bajitos
La población infantil argentina acusada de proteger a terroristas
A pedido de los Estados Unidos, los servicios secretos de doce países, junto a Interpol, se encuentran abocados a la localización de tres terroristas palestinos apodados “Los reyes”, que estarían desplazándose por territorio argentino a lomo de camello con total impunidad. Se acusa a la población infantil argentina de protegerlos y brindarles apoyo logístico.
El indicio de una conspiración fundamentalista apoyada por los niños de nuestro país nace de la concordancia en las declaraciones de cada uno de los pequeños interrogados. Todos los infantes detenidos afirmaron no haber visto nunca a estos palestinos, pero luego de ser "ablandados" utilizando el famoso "submarino con churros", admitieron haberlos provisto cada noche del seis de enero de comida y bebida tanto a ellos como a sus monturas. Entre los interrogados de mayor edad no faltó quien intentara acusar a sus propios padres de ser “Los reyes”, intentando proteger así a los verdaderos terroristas ¡Hasta dónde llega la inmoralidad de estos pequeños pero peligrosos delincuentes!
Según la ONU, los hechos bastarían para iniciar una causa por apoyo al terrorismo internacional. De los interrogatorios se extrajo el importante dato de que los terroristas portan infinidad de paquetes con un contenido incierto, que a su vez responde a una nota emitida por los infantes acusados. A pesar de una exhaustiva investigación los agentes de inteligencia antiterrorista no pudieron determinar la vía por la cual las notas llegan a esta célula. Por otro lado tampoco pudo lograrse un identikit claro, dado que lo único que pudo extraerse sobre su apariencia es que dos de sus integrantes son caucásicos y el tercero de tez morena, y se desestima que los nombres que utilizan sean reales. Se habla de un tal "Melchor", otro al que llaman "Gaspar", y un tercero y más peligroso al que se lo conoce como "Baltasar" alias "El negro".
La casa blanca asegura que este accionar fantasmagórico, y que produce dudas sobre su existencia es típico de estos grupos; afirma además tener pruebas firmes sobre su base en Irán y no desestima, además, una conexión cubana; al tiempo que promete que el accionar intrigante de estos tres palestinos será respondido con toda la fuerza que sea necesaria.
Debido al carácter de urgencia, la casa blanca le dió a este tema la máxima prioridad y solicitó al Congreso un presupuesto especial. El presidente del país del norte así se pronunció: "Aquel que brinde pasto y agua a estos terroristas será tratado como terrorista aunque tenga tres años de edad; nadie va a decir que los halcones no pueden actuar con mano firme cuando la paz mundial peligra en manos de unos locos bajitos".
A pedido de los Estados Unidos, los servicios secretos de doce países, junto a Interpol, se encuentran abocados a la localización de tres terroristas palestinos apodados “Los reyes”, que estarían desplazándose por territorio argentino a lomo de camello con total impunidad. Se acusa a la población infantil argentina de protegerlos y brindarles apoyo logístico.
El indicio de una conspiración fundamentalista apoyada por los niños de nuestro país nace de la concordancia en las declaraciones de cada uno de los pequeños interrogados. Todos los infantes detenidos afirmaron no haber visto nunca a estos palestinos, pero luego de ser "ablandados" utilizando el famoso "submarino con churros", admitieron haberlos provisto cada noche del seis de enero de comida y bebida tanto a ellos como a sus monturas. Entre los interrogados de mayor edad no faltó quien intentara acusar a sus propios padres de ser “Los reyes”, intentando proteger así a los verdaderos terroristas ¡Hasta dónde llega la inmoralidad de estos pequeños pero peligrosos delincuentes!
Según la ONU, los hechos bastarían para iniciar una causa por apoyo al terrorismo internacional. De los interrogatorios se extrajo el importante dato de que los terroristas portan infinidad de paquetes con un contenido incierto, que a su vez responde a una nota emitida por los infantes acusados. A pesar de una exhaustiva investigación los agentes de inteligencia antiterrorista no pudieron determinar la vía por la cual las notas llegan a esta célula. Por otro lado tampoco pudo lograrse un identikit claro, dado que lo único que pudo extraerse sobre su apariencia es que dos de sus integrantes son caucásicos y el tercero de tez morena, y se desestima que los nombres que utilizan sean reales. Se habla de un tal "Melchor", otro al que llaman "Gaspar", y un tercero y más peligroso al que se lo conoce como "Baltasar" alias "El negro".
La casa blanca asegura que este accionar fantasmagórico, y que produce dudas sobre su existencia es típico de estos grupos; afirma además tener pruebas firmes sobre su base en Irán y no desestima, además, una conexión cubana; al tiempo que promete que el accionar intrigante de estos tres palestinos será respondido con toda la fuerza que sea necesaria.
Debido al carácter de urgencia, la casa blanca le dió a este tema la máxima prioridad y solicitó al Congreso un presupuesto especial. El presidente del país del norte así se pronunció: "Aquel que brinde pasto y agua a estos terroristas será tratado como terrorista aunque tenga tres años de edad; nadie va a decir que los halcones no pueden actuar con mano firme cuando la paz mundial peligra en manos de unos locos bajitos".
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