Avanti, bersaglieri, che la vittoria é nostra!

miércoles, 24 de julio de 2013

Reportaje a Eleodora

Luego de los infortunios que sufrió Eleodora como redactora de la revista Glamour; o mejor dicho, luego de los infortunios que sufrió la revista Glamour debido al trabajo de Eleodora, un periodista de la competencia se interesó en nuestra querida escritora.
Se trataba de Honorio León de Teimakén, quién firmara sus notas como “Honorio de León” por motivos que no es necesario aclarar.
Honorio pretendía entrar en contacto con Eleodora para ganar su confianza y así obtener información que pudiera utilizar contra la revista Glamour. Sin embargo, la falta de destreza del periodista, así como la escasa paciencia de Eleodora, hicieron que Honorio se fuera con las manos vacías; ya que Eleodora lo echó de su casa antes de que pudiera tomar sus pertenencias.
Entre los objetos que dejó Honorio en casa de Eleodora se encontraba un anotador que utilizaba en sus entrevistas.
Luego de algunos inconvenientes, que no vale la pena enumerar, pude hacerme de dicho anotador, de tal manera que paso a transcribir lo que allí se lee:


* ¿Su nombre real es Eleodora Brunilda Sansón?
No, mi nombre real es Selene Capriati. Eleodora Brunilda Sansón es mi nombre artístico.

* ¿Qué opina de la televisión?
Si bien no soy persona de gran fe, a menos que se trate de Ferro, recuerdo que lo primero que le pedí a Dios mientras rezaba fue un televisor. También recuerdo que lo último que le pedí fue borrar de mi memoria un episodio. Creo que mi primer pedido está directamente relacionado con el último. Aunque ahora que recuerdo mejor, se produjo la vez que desperté en un lugar extraño junto a algo más extraño aún.

* ¿Qué fue lo que encontró junto a usted?
Eso fue lo que le pedí a Dios olvidar. Evidentemente se produjo el milagro, o fue el alcohol, aunque la verdad es que no sé, ni me importa.

* ¿Entonces es creyente?
No es ningún secreto que la fe y la realidad van por senderos muy distantes. Por ejemplo, no creo en fantasmas ni zombies, sin embargo mi realidad dice que he salido con muchos de ellos.

* ¿Qué espera de la vida?
No espero. Yo vivo ¿Qué voy a andar esperando?

* ¿Qué es la libertad para usted?
El problema de la libertad es una cuestión ardua y compleja. Pero es compleja para los filósofos, que le andan dando vueltas y vueltas como boludos mientras los demás se ocupan de vivir y por esa razón no los invitan a las fiestas. 
Para mí es mucho más sencillo: Que no me rompan los ovarios. La libertad consiste en tomar lo que sirve y no joder al otro con lo que no hay. 
Ojo, es hacerse completamente responsable del propio destino. Entender que cada uno escribe su propia historia y no hay a quién echarle la culpa del resultado más que a uno mismo ¿Por qué? No por razones, religión o lógica, sino porque si fuera de otra manera no valdría la pena vivir. Entonces, si somos libres, que así sea; y si no es así, a vivir como si así fuera, porque de otro modo mejor pegarse un corchazo y a dormir.
No hay nada más espantoso que la gente que culpa a los demás de su destino o de sus desgracias. Esos no son más que esclavos del amo más infame: la cobardía.

* Se sabe que no tiene mascotas ¿Le gustaría tener una?
Creo que los animales tienen derecho a tener su propio espacio y gozar de una vida digna según su naturaleza, sin ser molestados ni maltratados; y no pienso renunciar a esos derechos.

* ¿Dónde van los perros cuando mueren?
Igual que la gente. Cuando mueren no van a ningún lado, se quedan ahí quietitos ¿Acaso no lo sabe?

* ¿Qué opina de los hombres?
¿Seguimos hablando de mascotas? Note que la secuencia de sus preguntas no es muy afortunada.
Pero bueno, de los hombres opino que tienen pito. No hay otra cosa que pueda decir de ellos en general. Como en todo, las generalizaciones son ayuditas para los ignorantes, como si fueran machetitos que se guardan en la manga para ver como tienen que responder a lo que no entienden. Así es más fácil. Pero que no se haga hábito, en algún momento hay que madurar. No es bueno ser un boludo tenaz.

* Dicen que no tuvo mucha suerte con los hombres ¿A qué cree que se debe?
A diferencia de cuando una elige ropa, los hombres no tienen a la vista una etiqueta con el talle. Por lo que todo queda a suerte o culo. Y parece que en esta taba de los talles siempre saco culo; como hacía cuando quería que un hombre se me acercara, pero en otro orden de cosas. Pero ahora se acercan los que entienden lo que digo, y también los que no entienden, justamente por esa razón, aunque no saque culo.
Aunque me va mucho mejor desde que presto más atención a qué quiero y qué no; desde que no doy chances cuando veo la señal que dice “Rajá”; desde que puedo descartar enseguida, para darme una oportunidad con alguien mejor; y también desde que no tengo reparos en pegar una mirada a la entrepierna del tipo.

* Mucha gente opina que usted debería beber menos
También somos muchos los que pensamos que la gente pelotuda tienen derecho a opinar lo que desee. Siempre es bueno tenerlos a mano, sobre todo cuando uno tiene la autoestima un poco baja.

* ¿Cuál es su número de la suerte?
La vez que mejor me fue éramos ocho. Es el número de la suerte de los chinos, una sabiduría milenaria.

* ¿Un color?
El verde, y no por la ecología ¡sino por Ferro carajo! De cualquier manera, me parece que estamos entrando en terrenos intrascendentes.

* ¿Una piedra?
La que esquivé en el último encuentro con Platense. Me vi frente a la muerte.

* ¿De qué signo es?
Camarón boliviano con ascendente en sauce ¿Se te acabaron las preguntas interesantes?

* ¿Qué le preguntaría a Dios?
Si esto es una prueba y si la crucifixión viene después, porque la estoy esperando ansiosa.

* Si fuera presidente ¿Cuál sería su primer decreto?
Me resulta imposible imaginarme en algo así. No es para mí. Y si se trata de jugar o imaginar, prefiero otra cosa, por ejemplo ahora te imagino a vos bailando sobre una botella en un piso encerado.

* ¿Amargo o dulce?
¿El mate? Amargo ¡Y me cansé de tus preguntas boludas! Tomatelás o te planto una bombilla en orto y te tomás un amarguito ¡Vamos, tomatelás! ¡Gil!


Pegado al punto final de la última respuesta se vislumbra un rayón de lapicera. El resto, si es que ya conocemos un poco a Eleodora, lo podemos imaginar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario