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domingo, 2 de junio de 2013

El preludio de Bach

En un hogar de Dresde un hombre tocaba el piano. En vano luchaba con sus torpes dedos por ejecutar un preludio de Bach. Las notas surgían una tras otra, disonantes y fuera de tiempo. De repente, la muerte se presentó ante él. El hombre no alcanzó a quitar sus dedos del piano cuando vio su propia alma abandonar su cuerpo.
Entonces la muerte movió aquel despojo inerte hacia un lado, se sentó ante el piano y comenzó a tocar el preludio desde el comienzo.
Inmediatamente se presentó Dios, interrumpió la música, y observando al siniestro hado exclamó:
-¡Oh, eterna Parca ¿Por qué te has llevado a este hombre antes de tiempo? Bien sabes, porque está escrito, que éste no era su destino-
A lo que la muerte respondió:
-No lo hice por el destino, lo hice por Bach-
y continuó tocando.

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