Para mí, crear algo escrito, lo que sea y sin entrar a considerar su calidad, es intentar una metamorfosis. El gusano en mariposa, aunque las más de las veces quede en simple intento.
Escribo como intento de llevar armonía donde no la hay, porque trato de iluminar con las formas de la palabra escrita la oscuridad de lo tenebroso, lo incomprensible o lo angustiante. Escribo para intentar transformar el choque de la controversia en la gracia de lo incoherente. Exagero los hechos para que aflore el absurdo y lo inunde todo, y la miseria se disfrace de arlequin y se pierda en el corso que antes era lo cotidiano (lo que intento con la palabra otros lo buscan a través del porro, con la diferencia de que mi trabajo intenta la lucidez aún en los tramos más absurdos). Visto a la angustia con metáforas y adjetivos, para que otro tipo de belleza venga al rescate, aunque rara vez llegue a tiempo (ya que mis ideas viajan en carreta). Si una mañana veo un rostro patético en el espejo, invento cuentos sobre esa cara hasta que me tiento de risa, o hasta que un verso triste me deja un sabor agridulce. Y elijo la palabra porque tiene para mí un significado muy especial (y acá podríamos ingresar a un bucle Goedeliano). En la filosofía personal que elijo para explicar mi mundo, la palabra es creadora no sólo de arte, sino de realidad.
¿Y la belleza? ¿Y la virtud? ¿Y las cosas hermosas de esta vida? ¿Por qué no escribo sobre eso? ¡Cuántos hermosos espectáculos desfilaron frente a mis ojos como un carnaval, y entonces dejé la cámara a un lado, y me perdí de todas esas fotos! ¡Sacrilegio! No, no es sacrilegio. Esas imagenes no eran para verlas a través del visor de una reflex, sino para abrir los brazos en cruz y dejar que chocaran de frente, como un colectivo lleno, contra mis retinas desnudas. Viví esas imágenes de una manera tan fugaz como hermosa.
¿Y la belleza? ¿Y la virtud? ¿Y las cosas hermosas de esta vida?
Esas las vivo con todo el cuerpo, las bebo con toda el alma. No las escribo, no las transformo porque no tengo necesidad ni quiero hacerlo bajo ninguna circunstancia. Yo me ocupo de gusanos, y esas ya son mariposas.
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